Merengue es merengue aquí y donde sea.

Yo no sé cual es el afán de querer comparar al merengue con la bachata. Es cierto que solamente hay como veinte orquestas de merengue y como doscientos grupos bachateros, pero aún así las principales figuras de nuestro arte en sentido general son merengueros: el año pasado le tocó a Míriam Cruz y a Eddy Herrera, fue Wilfrido lo más grande y espectacular que se vio en los premios Casandra, el Caballo Mayor sigue sin tener comparación en cuanto a demanda del público se refiere, Juan Luis Guerra es el artista dominicano más cotizado y conocido en el globo terráqueo en la actualidad, Fernandito es el artista más querido en nuestra tierra, los merengueros son artistas tan completos que muchos de ellos se han dado el lujo de grabar y pegar bachatas a su antojo cosa que ningún bachatero ha hecho nunca con el merengue, usted reúne lo que produce en términos monetarios el grupo de los primeros veinte bachateros, que yo no sé quienes son, y lo compara con lo que hacen los primeros diez merengueros y la diferencia es astronómica. Es más, en este último tema yo me atrevo a decir que solamente Juan Luis Guerra produce más dinero en un año que los diez bachateros más conocidos.

Una última cosa: Existe una gran cantidad de público merenguero, es decir amantes del merengue que todavía hoy no aceptan el escuchar bachata como algo normal. En otras palabras muchos merengueros no escuchan una bachata completa ni que les paguen, pero todo el que escucha bachata por recta obligación tiene que escuchar merengue porque aquí en Dominicana todo el mundo escucha, baila y goza con el merengue.