martes, 2 de octubre de 2012

Milagro en las carreteras dominicanas.


Mi gente, seguro que al leer lo que aquí comparto probablemente les pase como a mí, que pensé se trataba de algún truco o cuento que al final resultaría sólo un chiste. Pero este escrito me lo envió un amigo con mucha credibilidad de mi parte y por eso lo comparto con ustedes tal y como me lo enviaron. Los dominicanos somos gente buena, no hay que perder la fe y esperanza en nuestra gente.

Ahí les va.   

  asistencia vial: *788

MILAGRO EN LA CARRETERA, INCREIBLE, PERO PASO EN REP DOM.  El sábado 1ro de
sept viajaba sola de SFM a Santo Domingo y al llegar a la Loma de Miranda a
las 2:45pm (esto es después del cruce de Controba) se me desinfló un
neumático, entré en pánico porque estaba en una curva despoblada y aislada.
Pensé llamar a la policía de carretera, pero no tenía el número, llamé a
unos números que me dio mi 2do hijo, sin éxito. Entonces oré a Dios por
protección y salí del vehículo a cambiar el neumático o pedir ayuda. Pedí
ayuda a un señor mayor que pasaba en un viejo motor y se dispuso a
auxiliarme, entonces en menos de 2 mins. apareció de la nada una camioneta
blanca, rotulada con letras amarillas con esta inscripción: Asistencia en
Carreteras unidad 22, se desmontaron de ella tres hombres preguntando si
necesitábamos ayuda, se menublaron los ojos de lágrimas y le contesté
positivamente. Acto seguido cambiaron el neumático, para agradecerles
busqué mi cartera y al extenderle unos billetes para que compraran algo
(como es costumbre en nuestro país), se sonrieron y uno de ellos me
dijo:"Señora, no es necesario, nuestro trabajo es asistirle y protegerle, y
por ello recibimos un salario que usted cubre cuando paga sus impuestos",
insistí en que aceptaran la gratificación porque estoy profundamente
agradecida y me dijeron: "si realmente quiere hacer por nosotros, por favor
comuníquele a sus amigos y familiares el servicio que ofrecemos y el número
de teléfono para que puedan contactarnos que es *788". Me quedé estupefacta
y me dije: está renaciendo la honestidad. Esto no parece creíble en nuestro
país, donde el valor de los seres humanos se mide por lo que tiene y el que
"no sela busca" es un tonto con P.Le pedí los nombres a esos guardianes que
me mandó el Señor, y aquí los transcribo: Gabino Díaz, Domingo Paulino y
Alexander López, para mí son ejemplo de lo que
debe ser el servidor público.

Felicitaciones a ellos y al Ministerio de Interior y Policía por este necesario servicio.

Raquel Castellanos.

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