Róbinson Canó llegó a un acuerdo
con los Marineros de Seatle mediante el cual devengará U.S.$240 Millones de
dólares por los próximos diez años. Serían unos 24 millones por año, pero se
sabe que todos esos contratos tienen claúsulas condicionantes que incrementan
las ganancias de los peloteros y estas casi nunca llegan al conocimiento
público en sentido general. A menudo dichas cláusulas tienen que ver
directamente con el rendimiento y logros obtenidos por el jugador durante cada
una de sus campañas, es por eso que a veces pasan semanas discutiendo la firma
de un contrato de esta magnitud.
El noticiero de Eyewitness News
informó esta tarde que tan pronto como el estelar jugador dominicano pase el
exámen físico se rubricará el acuerdo que convertirá a Canó en un marinero y un
exyanqui. Los mulos del Bronx habrían ofrecido unos 160 millones de dólares por
siete años a Canó y sus representantes pero esta oferta fue declinada por la
gente del pelotero criollo. Si uno calcula y divide se da cuenta que los
Yanquis ofrecían cerca de 23 millones por año y cualquiera diría que el
sentimentalismo de jugar toda una carrera en grandes ligas vale más que el
millón de diferencia que ofrecieron los Marineros. Lo que pasa es que Róbinson
tiene 32 años de edad y quizás ese sea el último contrato que firmará en su
vida, pues no todo el mundo juega béisbol después de los cuarenta. Si firmaba
por siete años, tendría 39 al término de su contrato y nadie sabe en que
condiciones pudiera estar el intermedista petromacorisano en esa edad, quizás
esté fuerte y hasta valga más que ahora pero quizás no. Lo seguro es seguro.
Así que ya lo saben, falta la aprobación médica de Canó para que se mude para Seatle y comience a vestir la
franela de los Marineros.
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