José Acosta y la literatura dominicana.

José Acosta es el nombre del escritor dominicano que obtuvo el honor de ser seleccionado ganador en el Premio Casa de las Américas que se celebra cada año en Cuba, con su obra: "Un kilómetro de mar", que compitió en el renglón de Literatura latina en los Estados Unidos, categoría en la cuál participaron otros 24 escritores con igual número de obras literarias. Este escritor dominicano, residente en la Gran Manzana, ha ganado muchos otros premios como poeta, cuentista y novelista, lo lamentable es que la sociedad dominicana no lo conozca más de cerca, al igual que no conoce a muchísimos de los escritores dominicanos que en la actualidad plasman sus legados para la posteridad con tinta y en papel o en el ciberespacio. El desconocimiento de nuestros poetas por parte del público no es sólo debido a lo costoso que sale publicar un libro desde un tiempo a esta época, sino, también intervienen diversos factores más. Por un lado los escritores deberían organizar actividades públicas, que no sea solamente en la Feria del Libro, para darse un baño de pueblo. Visitar escuelas, participar de los carnavales, inventarse aunque sea un maratón de poesía o un festival de cuentos abierto al público y dirigido a todas las edades, etc. La unión hace la fuerza, todos lo sabemos, es hora de que los escritores se unan con este propósito.

Otro asunto son los medios. Los cronistas de arte dominicanos sólo saben hablar un chin de música urbana y nada más. Por eso es que el pueblo se sabe de memoria los nombres de raperos y demboseros pero no sabe ni un solo nombre de un cuentista o novelista dominicano de la actualidad, porque eso a los medios no les interesa. El concepto de cultura en nuestra nación se limita, en cuanto al arte se refiere, a los escándalos que ocurren en discotecas o jalones de trenzas postizas entre megadivas. Parece que hablar de poesía, cuentos o novelas les queda muy grande a nuestros cronistas. Eso sí es una pena.

El gobierno también debería interesarse en apoyar a los escritores. No hablo del programa que tiene el Ministerio de Cultura que publica unos cuantos libros cada año, eso no es suficiente. Hablo de una ley del libro como existe en otras naciones, que concede a los escritores la oportunidad de publicar sus textos a bajo costo gracias a la redución de impuestos en la exportación de materia prima para tales fines y otros asuntos legales en los cuales el presidente de la República y el Congreso Nacional deberían interesarse. Es lamentable comprobar que las generaciones que crecieron en los ochenta, setenta y sesenta, todos conocían al menos los nombres de los principales escritores dominicanos y muchísimos

éramos adeptos a la literatura en todos sus géneros y hoy en día nuestra juventud sólo consume música urbana, que ni siquiera viene de nuestras raíces e ignora todo lo concerniente a la literatura nacional. Después queremos quejarnos de la situación, pero tenemos la oportunidad de cambiar algunas cosas y no lo hacemos.