sábado, 26 de julio de 2014

Merengue encendió el fiestón de Telemicro.

Hace apenas media hora, más o menos, que apagué el televisor para venir a revisar mis cosas en el computador. Es que el merengue del fiestón aniversario de Telemicro me dejó encendido y medio… ¡Qué fiestón! El espectáculo montado por los merengueros dominicanos pareció el cierre del show: Milly Quezada, una instancia superior; Kinito Méndez, el público bailó y gozó con sus temas clásicos; Bonny y Richie Cepeda, qué bueno que están de vuelta en casa y que el público los apoya como siempre; Sergio Vargas… ustedes saben, se la lució el Negrito de Villa; Fefita la Grande… grande, grande, grande; Héctor Acosta se tiró de la tarima, pero lo apararon y lo pusieron en alto la gente del pueblo que lo cargó en sus hombros… Mortal el Torito; Míriam Cruz, cuánto sabor destila esa mulata; y el cierre en la voz del inmenso Fernando Villalona… Inició con su clásico: "Dominicano soy… de mis raíces yo no voy a olvidarme", y se me engrifaron todos los pelos. Ahora que hace falta que seamos más dominicanos que nunca, aquel himno merenguero resonó como trompeta celestial. ¿Qué bueno es el merengue dominicano!

Si yo hubiera coordinado la fiesta de telemicro nunca en la vida habría permitido que los cantantes urbanos salieran después de ese fogón merenguero. ¿Hay que estar loco para permitir eso! Parecía una misa después del carnaval. Imagínate ¿Y cómo me quedo sentado en el televisor escuchando la música urbana después de que el merengue le pegó fuego a la tarima? Tenían que haber puesto un segmento de humor o algo así para que el público asimilara el cambio. Es más, después de esta noche yo dudo mucho que alguno se atreva siquiera a comparar el merengue con ningún otro ritmo local o internacional. No en la tierra de Duarte, Sánchez y Mella. No en la tierra de Duvergé y Luperón. Aquí somos merengueros y esta noche quedó mas que demostrado. ¡Merengue para siempre!  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ejercer la libre expresión es comunicar al mundo tus opiniones e inquietudes... ¿Te animas?