Es el tipo de detalles que sigue haciendo que la sal cueste más que el chivo, al menos en apariencia. Si Telesistema canal 11 y Color Visión canal 9 hubieran transmitido el video del Partido Revolucionario Moderno (P.R.M.) probablemente nadie estuviera mencionando el dichoso video ni yo habría sentido curiosidad de buscarlo en youtube y averiguar por mí mismo de qué se trataba, pero no fue así. El video fue censurado a pesar de que existía un compromiso previo entre los mencionados medios y el P.R.M. el cual fue incumplido, debido, según Pepín Corripio, dueño de Telesistema, a que en el contenido del video había elementos comprometedores que podrían haber sido usados para demandar en los tribunales a los medios que accedieran a transmitir el documental… Una censura que causó más revuelo que el dichoso documental en sí mismo. Sin embargo, aquí es donde la puerca tuerce el rabo. La justificación totalmente innecesaria e incomprensible que hace Pepín Corripio, un señor que no acostumbra a dar explicaciones de sus acciones a nadie y menos al público, lo único que consigue es darle la razón al P.R.M. en cierto sentido, y en el otro sentido lo hace a uno pensar que todo fue asunto de cuidar los negocios de Corripio y nada más. Porque es verdad que nadie cree que Pepín Corripio ni los Bermúdez de Color Visión van a tolerar ser presionados por el gobierno, ni por el presente ni por un gobierno futuro, acerca de pasar o no un documental, que por demás tampoco es tan perjudicial como dice Pepín Corripio, ni tiene tantos elementos que pudieran conllevar a que Telesistema pudiera ser condenado a nada en ningún tribunal. Pero es que al final de las declaraciones de Pepín, este dice que ellos estaban dispuestos a ceder el espacio previamente comprometido, a Luis Abinader o a cualquier otra persona del PRM, para que fuera personalmente a hacerse responsable del contenido del video y de cualquier consecuencia que el mismo generara, o sea, que dijera lo mismo del video en persona o, en su defecto, que el video fuera modificado . Es como querer darle una paleta de caramelo a un bebé. ¡Por favor! Si ese era el problema, lo único que había que hacer era repetir aquel viejo estribillo de: "las opiniones vertidas en este espacio son de la exclusiva responsabilidad de sus productores", seguido de "Espacio pagado" y San se acabó. Así de sencillo. Pero, varios días luego del desplante al PRM sale Roberto Cavada, como queriendo sacar un As de la manga, a entrevistar a Pancho Álvarez sobre el particular, quien acedió a hablar en calidad de abogado, e hizo quedar mal parado a Cavada quien al presentarlo dijo que Álvarez iba allí a decir las razones por las que no convenía pasar el documental… se quedó con los moños hechos. Pancho Álvarez dijo que el documental presentaba algunos riesgos pero que era muy poco probable que por su contenido alguien, entiéndase el presidente Danilo y sus funcionarios, fueran a demandar a canal alguno por transmitirlo. No conforme con eso, Álvarez también dijo que si hubiera sido él lo habría transmitido para que no se sentara un precedente en detrimento del derecho a la libre expresión… Tituá¡… qué pecozá! Luego de todo, Cavada intentó hacer uno de esos dramas que a veces le funcionan para casi insultar a la gente del PRM, como si fuera con él el problema, diciéndoles que ese video ni siquiera a campaña sucia llegaba por lo malo que era… entonces, si era tan malo e inservible… ¿por qué no lo pasaron? La respuesta más contundente a esa pregunta llegó en la próxima noticia en la que se anunciaba que la editora Corripio tenía el contrato con la J.C.E. de imprimir un alto porcentaje de las boletas del próximo certamen electoral. Es todo cuestión de negocios y nada más. Corripio y sus empresas se han llevado muy bien con el PLD y esa es la razón principal por la cual ese video no se pasó. Lo cual, según mi juicio individual, fue un error que nunca debió suceder.
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