Existe una anécdota muy antigua acerca del elefante de circo al cual amarran con una simple cadenita y lo fijan a una pequeña estaca clavada en el suelo. La moraleja del relato es que aún este paquidermo tan grande y fuerte puede ser "condicionado"a creer que lo tienen bajo control cuando todo lo que él tiene que hacer es un poquito de fuerza para librarse de esa frágil atadura.
En Bolivia están celebrando una cumbre en contra del imperialismo. No es nada nuevo, estoy escuchando el discurso antimperialista desde que tengo uso de razón. Latinoamérica está compuesta por países fuertes, productores de alimentos, tecnología, servicios varios y repletos de cultura de todos los ámbitos. ¿Por qué no cambiamos el discurso? Trabajemos a favor de nuestros pueblos, de la unión de nuestras naciones, del fortalecimiento de nuestros mercados y nuestras respectivas monedas, el establecimiento de un verdadero régimen de derecho que nos permita organizarnos y alcanzar nuestro pleno desarrollo. A veces creo que el cuentito ese del imperio nos hace perder demasiado tiempo en sandeces en vez de dedicarnos a lo que verdaderamente importa… nuestra gente y el desarrollo de nuestros pueblos.
Seguiremos siendo como el elefante de circo atado a una estaca cuando todo lo que tenemos que hacer es un simple esfuerzo por entendernos y crecer. Es hora de pensarlo bien.
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