El monopolio de las telecomunicaciones empeora en Dominicana.

Por más que el gobierno pretenda gritar a los cuatro vientos que transacciones como la que acaba de materializarce en el plano de las telecomunicaciones, la compra de Orange y Tricom por una empresa europea llamada Altice, es una muestra de la seguridad jurídica que ofrece nuestra nación a los inversionistas extranjeros, en realidad ese tipo de movimientos comerciales no le conviene al pueblo. Y digo que no nos conviene porque no importa desde que óptica se vea, no conviene el monopolio en ningún ámbito comercial de ninguna nación. Lo que sí conviene es la pluralidad y la competencia, así se obtienen buenas ofertas, cuando las compañías tienen que ofrecer mejores y mayores beneficios a sus usuarios o clientes pues de otro modo estos tienen la opción de cambiar de caballo y cabalgar donde se sientan más cómodos y les ofrezcan un mejor trato.

Este país está monopolizado por tres o cuatro personas, por eso se hace tan difícil adquirir bienes y servicios a un precio verdaderamente competitivo. Y las cosas no parecen encaminadas a un cambio si no que es obvio que seguiremos teniendo más de lo mismo.