La ironía de la vida la vemos todos los días. Hoy fue al aeropuerto a recibir a Francisca Lachapelle, reina de Nuestra Belleza Latina, nada más y nada menos que el Ministro de Cultura, sí, el mismo José Antonio Rodríguez. Creí yo que sería el Ministro de Turismo quien iría a recibirla… ¡Ah sí! Porque aquí hay que salir con su propio esfuerzo y ganar, para que reconozcan los talentos o virtudes de otros dominicanos, de lo contrario no. Pero, lo irónico es que el Ministro de Cultura, quien no ha sido capaz de reunirse con los profesores de las Escuelas de Bellas Artes, quienes llevan meses en el paro por el reclamo de un salario digno, se atrevió hoy a declarar en televisión nacional que Francisca Lachapelle es un ejemplo de la preparación que da el estudio, porque ella es egresada como actriz de una de las escuelas de Bellas Artes, específicamente de la Héctor J. Díaz, la escuela de Azua, que está también unida al paro por el mismo reclamo de las demás escuelas de todo el país. ¿¡Será o se hace!? Si él sabe que esa chica tiene la preparación de las escuelas de Bellas Artes, que es la única preparación que ella tiene como actriz, la cual le ayudó a conquistar el cetro que hoy ostenta, y él mismo recalca ese detallito en televisión nacional… entonces, ¿qué espera para reunirse con los profesores que preparan a nuestra juventud que sale del país a ganar premios para que luego haga justo su derecho de brillar en cámara cuando ellos triunfan como lo ha hecho Francisca Lachapelle? Mire Ministro, sea coherente con sus palabras y acciones.
Usted reconoce el trabajo de los profesores de las Escuelas de Bellas Arttes, entonces, comience a mostrarles el respeto que ellos merecen.
Temas relacionados: El paro de las Escuelas de Bellas Artes; La marcha de los artistas al palacio presidencial.
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