Si la educación fuera béisbol.

Observando la conmoción que causa EL TRIUNFO DEL Escogido en la final del béisbol invernal en nuestra isla, a pesar de que el glorioso Licey no estaba en pelea, no dejo de maravillarme y a la vez desear que la educación dominicana fuera tan aplaudida y querida como lo es el béisbol. Todos los padres regalarían un libro, un cuaderno y lápices de colores a sus hijos antes que pudieran hablar o caminar, a imagen y semejanza del guante, el bate y la pelota que nos regalan a los dominicanos aún antes de ser bautizados. Los niños fueran alentados a practicar cada día las ciencias sociales y naturales, las matemáticas fueran tan populares como la vitilla y las tertulias intelectuale fueran más importantes que una final entre Boston y Yankees. Todo sería diferente.

Los dominicanos somos los mejores peloteros del mundo, la pelota es la pasión de muchos y la idolatría a los jugadores de grandes ligas llega al extremo de que el propio Ministro de deportes intercede públicamente por ante  el embajador estadounidense para que se conceda el perdón a aquellos peloteros que, por ignorancia, ambición o deseos de triunfar, alguna vez fueron convencidos de alterar sus actas de nacimiento para obtener un contrato en la gran carpa.

No es que yo lo vea mal, por el contrario, pienso que la mayoría de esos muchachos tenía muy poca edad para saber exactamente las repercusiones de sus actos. Pero me gustaría escuchar A LOS Ministros de Educación, Cultura, de la Juventud, de la Mujer y a otros más, solicitar en actos públicos a embajadores de potencias mundiales, a la ONU, la OEA, la otan, ETC, QUE CONCEDA A NUESTROS JÓVENES LA OPORTUNIDAD DE PREPARARSE COMO LO HACEN EN Finlandia, Dinamarca, Reino Unido, Alemania, Francia y demás naciones civilizadas del mundo. Que nos presten cincuenta profesores por tres o cuatro años, pagados Por ellos, para que impartan cátedras en la UASD, UTESA, O&M, Apec, Unicaribe y en liceos y politécnicos de nuestra nación. Que nos regalen dos o tres universidades equipadas con todo y profesores y nos permitan crecer por los próximos diez años de nuestra existencia. Si eso suceDiera, seguro que conectaríamos cuadrangulares científicos como lo hacemos en la pelota. Llegaríamos a ser tan brillantes en la ciencia como lo somos en grandes ligas y … Nuestro mundo sería diferente.