Ha provocado una gran ola de críticas el comentario atribuido a René Brea acerca de la incapacidad de las jóvenes presentadoras dominicanas para conducir el premio Soberano. Siendo Brea el director general del montaje de los premios, entonces se ha tomado más en serio su declaración que si lo hubiera dicho cualquier otro productor televisivo. La verdad es que la conducción del premio Soberano no ha sido algo así tan deslumbrante en los últimos años como para pretender exigir que los futuros conductores reúnan cualidades extraordinarias. Comediantes, merengueros, presentadores de televisión, etc. Han formado parte del grupo de presentadores de premio en años pasados. Sinceramente, no recuerdo haber visto nada extraordinario. Salvo las risas que Cuquín, Boruga, Raymond Pozo, Miguel Céspedes y otros han causado en el público, nunca ha habido en el Casandra, ahora Soberano, una coordinación perfecta y extraordinaria que permita hacernos creer que hemos llegado a la excelencia en cuanto a conducción de un evento de tal magnitud se refiere. Los chistes y los ganadores de estatuillas siguen siendo los verdaderos y únicos protagonistas de estos premios. Las presentaciones artísticas son el plato fuerte de los mismos y los intentos de una alfombra roja llamativa han sido más o menos aceptables, pero nada de conducción extraordinaria.
Después de todo, estos premios conllevan semanas y semanas de ensayos y preparación ¿Por qué no pueden nuestras presentadoras jóvenes ensayar la lectura de un diálogo como el que exige una buena conducción? No se lo tomemos a mal a René Brea, seguramente los afanes y la presión de los premios lo hicieron hablar sin pensar bien lo que decía. Si no fuera así, él se recordaría que a él mismo le dieron oportunidades de producir importantes programas de televisión cuando él tenía muy poca experiencia en esas lides.
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