Cada cierto tiempo aparece en televisión algún comediante dominicano queriendo insinuar que el hecho de ser un humorista es de algún modo superior a ser un comediante, pero eso no es verdad. De hecho, todos los comediantes son humoristas pero no todos los humoristas son comediantes… ¿Cómo así?, preguntaría un amigo lector. ¡Sencillo!, le respondería. Según el diccionario de la Real Academia Española, un humorista es la persona que se expresa o manifiesta con humorismo;2. Persona que en sus obras literarias o plásticas o en sus actuaciones en espectáculos públicos cultiva el humorismo. La misma fuente define el humorismo como: Modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas;2. Actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.
Según estas definiciones, ese amigo que siempre encuentra el buen humor a todas las cosas es un humorista. Si queremos circunscribirnos al plano laboral o a las personas que se dedican al humor, tenemos que concluir, siempre según el diccionario, que un escritor de temas de humor como por ejemplo, Mario Emilio Pérez, es un humorista; un caricaturista como Harold Priego, creador de "Diógenes y boquechivo", era un humorista; cualquiera de los comediantes dominicanos que sale en la televisión, en el teatro, en el cine, en el parque o en el autobús, son todos humoristas. Aunque no le guste a quienes creen ser superiores a otros en el ámbito del humor, es así de simple y sencillo. Un humorista es cualquier persona que hace del humor parte de su tiempo, de su vida.
¿Y los comediantes? Este es el lado irónico del asunto. Es que el diccionario de la RAE define a la comedia como: obra dramática, teatral o cinematográfica en cuya acción predominan los aspectos placenteros, festivos o humorísticos y cuyo desenlace suele ser feliz;2. Obra dramática de cualquier género; 3. Género cómico. Sí, porque para los fines del teatro una comedia es una obra dramática, aunque no tenga nada que ver con el humor. Esto en sentido amplio, porque en sentido estricto, las comedias son las obras pertenecientes al género cómico, es decir: que causen risa o diversión al público que las ve.
El mismo diccionario define a un comediante o comedianta como: persona que interpreta un papel en el teatro, en el cine, la radio o la televisión;y en sentido coloquial: persona que para algún fin aparenta lo que no siente en realidad. He ahí la ironía, pues resulta que un comediante, en el sentido estricto de la palabra, y según los académicos de nuestra lengua, es una persona que está en la acción directa de hacer reír, que interpreta un papel en un escenario o medio. En otras palabras, quien escribe libros de chistes es un humorista pero no es un comediante, a menos que suba a un escenario, o participe en un programa de radio o una película con el fin de divertir al público. En cambio, cualquier comediante, cualquier persona que trabaje en comedias o se presente ante el público a hacer parodias, cuentos o comentarios jocosos, también es un humorista. ¡Simple!
Y por si acaso, el término "cómico" se deriva de la palabra comedia, por consiguiente, tampoco puede ser disminuido en importancia con relación al humorismo. No es asunto de superioridad o inferioridad. La realidad es que el término comediante engloba o abarca dentro de sí al término humorista. Eso es así.
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