miércoles, 8 de octubre de 2014

La tragedia del hospital Robert Reid Cabral.


Los temas de interés en nuestra nación vienen y van con el viento. No importa cuan serio sea el tema o cuanto supuesto interés despierte en la población, al pasar los días nadie lo mencionará más. Los once niños que fallecieron el pasado fin de semana en el hospital infantil Robert Reid Cabral no serán la excepción. Ahora vemos la prensa alarmada, la fiscal inicia una investigación, todos los programas de panel tienen una opinión que emitir al respecto, bla, bla, bla. Esa es una situación que ha estado ahí presente por años, la última vez que los hospitales públicos dominicanos funcionaban adecuadamente fue durante los gobiernos del dr. Joaquín Balaguer, y eso para nadie es un secreto. De hecho fue la directora del Robert Reid, dra. Rosa Nieves Paulino,  quien dijo a la prensa que las muertes de infantes en dicho hospital son más frecuentes de lo que el público se entera. Los hospitales dominicanos no son lugares que brindan un buen servicio de salud al ciudadano común, por eso las clínicas privadas están siempre llenas de pacientes, porque nadie confía en los hospitales y cuando una persona decide ir a chequearse a un hospital público es porque no le queda otra opción. Claro, hay hospitales como la Plaza de la Salud, que trabaja bajo la dirección de un patronato y realmente opera más cerca del sistema de clínica privada que de formato de hospital público, allí se recibe un servicio aceptable siempre y cuando usted pueda costearlo.

Los niños del Robert Reid llegan allí desde los extractos sociales menos privilegiados de nuestra nación, nuestro sistema de salud pública no funciona correctamente y, por más que nos duela decirlo, esas cosas no se arreglan con prensa ni buenas intenciones. Hay que desmantelar el sistema completo y empezar una nueva forma de administrar salud. Quiera Dios que tomemos conciencia en torno a la salud de nuestra nación, que los peledeístas algún día lo comprendan, quiera Dios que así sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ejercer la libre expresión es comunicar al mundo tus opiniones e inquietudes... ¿Te animas?