Eran planes que tenía desde que era un niñito chiquitito.
En su nativo San Juan él ya domesticaba a los chivitos y los ponía a dar brinquitos.
La primera vez que lo intentó el león le dio una carrera, pero, después se quitó el cinturón y le metió tremenda pela.
El león cogió tanta cuerda que se cortó la melena.
Lo abandonaron muchísimos de sus "dizque" seguidores.
Algunos quisieron patalear privando de bravocones.
Más, así como es calladito le dio unas cuantas lecciones… ahora le llaman "Danilo el domador de leones".
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