La mañana apacible y tranquila que reflejaba la habitación de aquel hotel de Cartagena no presagiaba la tormenta que llegaría a la vida del protagonista de nuestra historia. La noche anterior había estado llena de pasión y promesas de amor. Ahora le tocaba a la triste despedida hacer su papel. El gringo enciende un Marlboro y sonríe desde la cama mientras su compañera de habitación ha salido del baño y se pone lentamente su vestido.
John Doe: Pequeña, échate pa'cá. Le dice a la chica rememorando el merengue de Elvis Crespo que bailó como un loco la noche anterior en medio de su borrachera. La mujer se acerca salerosa con una sonrisa en los labios creyendo que le van a dar otro besito pero el gringo echa mano de su billetera y saca dos billetes, uno de veinte dólares y otro de diez. Acto seguido los coloca en la mano de la muchacha y le cierra el puño mientras dice "fue una beautiful noche." Con un marcado acento tejano.
Mariquita: Ay sí papi, estuviste más duro de matar que el mismo Bruce Willis. ¿Qué hago con estos treinta dólares?, ¿quieres una pastilla para la resaca de la farmacia o algo así?
John Doe: No baby, es tuyo, el dinero es todo tuyo. Keep the change.
Mariquita: Darling pero que yo no entiendo ¿para qué son estos 30 dólares?
John Doe: Well, well, yo sabiendo que tú no quieres cobrarme nada por lo de anoche pero yo te lo regalo anyway.
La muchacha se pone algo seria y le devuelve los dolaritos.
Mariquita: Ay sí papi, yo no te quiero cobrar, pero sé que tú tienes que cumplir tu palabra de "regalarme" los 800 dólares que me prometiste anoche en el bar.
John Doe: ¿ochocientos what? Mi poquito colombiano, poquito español, anoche yo diciendo que dando veinte dólares por un blow job y luego you queriendo quedar en my room. Mi no comprendiendo now.
Mariquita: Pues mire a ver si me va entendiendo clarito gringo del carajo y me busca la plata antes que aquí se arme la de Troya.
John Doe: Don't get angry linda. Mira, yo mandando dinero mañana por Western Union.
Mariquita: Western mi abuela. Usted me va flojando la plata mijo o le rompo el florero en la cabeza.
John Doe: pero mami, yo te quiero, es que no tengo más dinero…
Mariquita: Pues vayamos al cajero. ¿Tú te crees que yo no sé que ustedes andan con tarjeta de crédito siempre? Vamos al banco y lo retiramos. Que yo no hago rebaja, bastante caro me ha costado el silicón este que llevo dentro.
John Doe: linda pero los sentimientos, I love you, te voy a llevar a Dallas de paseo cuando acabe esta misión.
Mariquita: que Dallas ni que Dinastía. Quiero mi plata y la quiero ya.
John Doe: Tú ganas preciosa, sólo déjame ponerme los jeans.
El gringo se cambia y tomando a Mariquita del brazo la acompaña a la salida. Desde que ella pisa fuera de la habitación el gringo cierra la puerta tras de ella y Mariquita sólo escucha la risotada. Comienza a dar patadas y puñetazos a la puerta de la habitación y acompaña los golpes con todas las malapalabras que ella se sabe. Adentro, el gringo llama a seguridad quienes llegan inmediatamente y sacan a Mariquita por la parte de atrás del hotel.
Desde la ventana de la habitación el gringuito se cree James Bond al haber concluido con éxito su misión. Mariquita que lo alcanza a ver desde la acera vuelve a vociferar improperios.
Mariquita: Esta tú me la paga gringo de la "biip" yo tengo un primo periodista. Te va a pesar el quedarte con mi plata, como que me llamo Mariquita, eso te lo prometo.
El resto de la historia todos lo saben. Está en todos los periódicos del mundo.
Esto no es ciencia ficción… es una historia de la vida real.