Yo no sé lo que pasa en proconsumidor. Hace días que escuché a la directora de esa dependencia estatal hablar de un estudio sobre el salami que sería revelado en estos días. Hoy sale en la prensa nacional que dicho estudio lo realizó el Instituto de Biotecnología Industrial, que costó un millón de pesos, que el salami que los dominicanos están consumiendo es sólo levadura y colorante sin nada de carne, que no sólo no alimenta sino que hace daño su consumo… ¿Por qué será que nada de eso me sorprende tanto?
Pero lo ridículo del asunto es que la misma señora Paulino dice que no pueden revelar los nombres de las empresas que están perjudicando al pueblo con su imitación de salami porque para decir los nombres se necesita una orden de un juez. La verdad es que esta gente no se cansa de burlarse de uno.
El ministerio público hace todo un aparataje para encerrar a Anthony Santos dizque por cantar una canción sin el permiso del autor, otro bulto grandísimo para trancar a Jochy Gómez por supuestamente invadir la privacidad cibernética de unos cuantos ciudadanos, y bulto y más bulto. Alguien que le indique a la señora Paulino donde queda la fiscalía y que le solicite al ministerio público que cumpla con su función de representar los intereses de la ciudadanía dominicana solicitando a un juez que dicte la orden de revelar los nombres de esas empresas que nos están perjudicando. ¡Ofréxcome! Cuantas cosas hay que oír.
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