Manny, Tejada y Vladimir.

He escuchado a algunos comentaristas deportivos señalar que es irónico el hecho de que a Manny Ramírez le hayan otorgado un contrato en las grandes ligas tan pronto como salió a buscarlo mientras que Miguel Tejada y Vladimir Guerrero todavía no han firmado. Escuché incluso a uno que dijo que cada cual escoge a su villano favorito, con esto quería decir que de los tres jugadores arriba mencionados es precisamente Manny el que tiene peor historial de travesuras en la gran carpa.

Es que alguna gente se apasiona y no acepta la realidad. Vladimir es un excelente bateador, muy disciplinado y conecta sus mejores batazos cuando el equipo lo necesita. Pero todos sabemos que Vladimir no acepta ser firmado para jugar en ligas menores, esa es una. La otra es que él ha dicho en reiteradas ocasiones que no firmará por centavos, que mejor se queda en su casa disfrutando de la compañía de sus hijos. Claro que él no tiene necesidad de jugar por chelitos, tampoco la tiene Manny, pero Manny firmó por medio millón de dólares. El hombre lo que quiere es jugar y demostrar que a él le queda poder en su bate.

De otro lado está Miguel Tejada. Un jugador muy querido y respetado entre la fanaticada dominicana, de eso no cabe la menor duda. Siempre estuvo listo para defender nuestra bandera cuando le fue solicitado y durante un buen tiempo poseía uno de los bates más temibles en grandes ligas… eso fue en el pasado. Hace rato que ya Miguel no es el mismo que mereció el apodo de "la guagua," por la enorme cantidad de carreras remolcadas que tenía en su historial. Lo dicho, eso es pasado. En la pasada serie final de béisbol dominicano quedó demostrado que Tejada ni defiende ni batea igual que antes y para muchos entendidos en la materia le llegó la hora del retiro.

Particularmente pienso que eso es un asunto muy personal de cada cual. Si se siente fuerte y saludable y con deseos de jugar, pues que lo siga intentando. Con eso él no le hace daño a persona alguna. Pero la más grande verdad de todo este asunto es que Manny es toda una figura en el mundo del béisbol. Un tipo que vende entradas y camisetas para cualquier equipo que lo firme, que fanáticos jóvenes y viejos pagan gustosos sus boletos para ver a Manny jugar… el tipo tiene un carisma increíble. Eso a pesar de su hermetismo del pasado y sus rebeldías ocasionales. Manny es un atractivo para el juego y esa es la principal razón por la que obtuvo su contrato con Oakland. Es la única verdad.