domingo, 17 de febrero de 2013

Hidratación, descanso y masajes ayudan al entrenamiento deportivo.

¿Por qué me duelen las piernas siestoy acostumbrada a los ejercicios que ayer realicé y siempre caliento de quince a veinte minutos y además entreno interdiario ?

 

Aquí hay tres detalles importantes que revelas: 1- estás acostumbrada a esas rutinas de ejercicios, por lo tanto tus músculos ya están adaptados a lo que haces; 2- realizas calentamientos de quince minutos, si los haces siempres imagino que ya los haces con cierta maestría y quince minutos es un tiempo considerable, siempre y cuando sepas calentar; 3 hablas de tus piernas, no de una sola, lo cual disminuye las posibilidades de que te hayas lesionado, no es imposible pero es poco probable.

Viendo el cuadro completo puedo decirte que aunque existen múltiples razones por las cuales sientas ese  dolor, hay algunas que son las más probables: sobreentrenamiento, si entrenas fuerte interdiario y no tomas las precauciones necesarias en cuanto alimentación y descanso se refiere llega un momento en que tus músculos se sobreentrenan. Hay que saber cuando disminuir la carga de ejercicios y cuando descansar; falta de descanso, el estado de reposo para atletas de alto rendimiento es tan importante como el ejercicio mismo. Si acostumbras a ejercitarte y luego sales con los amigos y lo haces con frecuencia, puedes llegar a lastimarte con suma facilidad; deshidratación, la lubricación del sistema muscular y óseo depende mucho de la ingesta de líquido. Si entrenas mucho debes tomar abundante líquido, aún si las condiciones en las que entrenas no permiten que sudes demasiado, de todos modos transpiras; falta de masajes. Los músculos necesitan ser masajeados cuando se someten a fuertes entrenamientos, los masajes ayudan a activar la circulación que al mismo tiempo contribuye a la recuperación y a la eliminación de toxinas y ácido láctico que de otra forma tiende a acumularse en tus músculos.

Soluciones posibles: descansar, hidratarse bien, masajear las partes que entrenes con ungüento relajante antes de ir a dormir, y lo principal, aprende a escuchar tu cuerpo. Un día cualquiera el cuerpo nos avisa que no se siente bien para entrenar, es el momento para tomarlo suave y estar alerta de las razones que motivan ese cambio repentino en nuestro ánimo. Es muy importante.

Si en dos o tres días no has vuelto a la normalidad es aconsejable que visites a tu médico. No te automediques ni ingieras sustancias que otros te recomienden a menos que sea un doctor o fisioterapeuta.

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