El asunto no es cosa de chiste, pero uno no puede evitar ver lo cómico de la situación. Uno se imagina a una patrulla de la Policía Nacional que acude a una llamada por una riña entre esposos, la mujer con un palo y el hombre con las manos, que se escenificaba en la calle Salvador Cucurullo de Santiago de los Caballeros. Llega la patrulla al lugar de los hechos, separa a la pareja y detiene al esposo, la niña de 8 años grita ¡A mi papi no se lo llevan preso!, acto seguido la niña coge una piedra y se la arroja al comandante de la patrulla, el segundo teniente Iginio García, le causa lesiones severas en el ojo izquierdo y le rompe la nariz, según informe médico, los otros policías se disponen a trasladar al oficial a la clínica Dr. Pichardo, y la familia entera, con todo y niña agresora, desaparece de la escena del crimen.
¡Eso es lo que yo llamo una familia violenta! Raro que no lo grabaron aunque sea con un celular. Espero que el teniente salga bien de esa y que aprenda la lección para la próxima vez. ¡La policía siempre vigila!
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