30 de Mayo: Mataron al Jefe.

El día 30 de mayo de 1931 fue traicionado por varios de sus allegados y colaboradores más cercanos el general Rafael Leonidas Trujillo Molina. El hombre que había gobernado por más de treinta años la nación dominicana y durante su régimen autoritario la había llevado a niveles de prosperidad económica que nunca antes y nunca después se han visto en la isla quisqueyana FUE ULTIMADO A TIROS EN LA CARRETERA QUE CONDUCE A San Cristóbal que hoy lleva el nombre de avenida George Washington.

Seguimos escondiendo la realidad y hablando mentiras a las nuevas generaciones. El que quiera saber como vivía la gente apoyando al Jefe durante su régimen de treinta años sólo tiene que encender la televisión y escuchar a los lambiscones del presidente actual alabar y elogiar el despiadado derroche de nuestro patrimonio en obras que solamente aumentan el caudal de riquezas acumulado por sus colaboradores.

El que quiera saber si la era sangrienta que le atubuyen al régimen de Trujillo ha terminado solamente tiene que conttar cuantos jóvenes caen cada mes en supuestos intercambios de disparos a manos de la policía nacional y se dará cuenta que hoy mueren cuatro o cinco veces más dominicanos que en las tres décadas de Trujillo.

Las torturas siguen ocurriendo, el pueblo sigue siendo analfabeto, siete de cada diez dominicanos tiene deficiencias educacionales y de estos más de la mitad no sabe escribir ni leer correctamente.

Entonces ¿Cuál es la celebración? ¿Que se quedaron con el dinero que Trujillo había acumulado y hoy nadie tiene intenciones de reclamarles que lo devuelvan al pueblo? O ¿Que hoy existe plena libertad para que los gobernantes de turno desde un simple regidor hasta arriba puedan adueñarse de nuestro dinero como ellos deseen y el pueblo deba quedarse callado?

No mi gente. No tenemos nada que celebrar porque la democracia no existe en Repuública Dominicana: hay hambre, analfabetismo, mucha violencia e inseguridad en nuestras calles, hospitales que no brindan un servicio adecuado, un servicio eléctrico deficiente, no producimos ni un alfiler para generar prosperidad mediante el comercio y lo que es peor somos víctimas de la ignorancia.

No tenemos cosa alguna que celebrar.