Sondeos contra encuestas.

Después de estas elecciones presidenciales es muy probable que los productores de programas de televisión estén todos de acuerdo en la implementación de los hoy famosos sondeos televisivos como forma de averiguar la preferencia del público en lo referente a cualquier tema del diario vivir o de sus empresas en forma particular.

Sí, porque los sondeos del Show del Mediodía y de la Revista 110 de Julito Hazim han causado tanta conmoción que han aparecido expertos explicando la razón fundamental de que los sondeos difieran tanto en sus resultados de los obtenidos por muchas de las encuestas que pagan los partidos políticos. Las explicaciones  sobre el tema rayan en la ridiculez más absurda.

Que las mujeres no están presentes en los sondeos porque están en sus casas; que si los sondeos se realizan a horas en que la mayoría de los empleados gubernamentales están laborando y por eso ellos no son tomados en cuenta; que lo que pasa es que los simpatizantes oficialistas son más callados y discretos y de seguro están dentro del porcentaje de personas que usualmente no responde o no desea participar en los sondeos; que si bla, bla, bla, y si ble ble ble. Es una situación verdaderamente risible.

Según los sondeos que todo El mundo ha seguido por televisión el candidato del PRD Hipólito Mejía, aventaja a Danilo por muchos votos para las elecciones del próximo domingo. El disparate de que si en la calle hay más hombres que mujeres es un verdadero sin sentido, si hay más hombres que mujeres para responder a los sondeos también es lo mismo para las encuestas. Claro a menos que las encuestas moradas las hagan dentro del local del PLD. Ahí sí se pone clara la cosa.