Su nombre es Jorge Mario Bergoglio, aunque de ahora en adelante tendremos que acostumbrarnos a llamarlo papa Francisco, pues desde hoy es el jefe de estado del Vaticano. El papa número 266 para ser exactos. Nació en Buenos Aires, Argentina, el 17 de diciembre de 1936. Fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969, y proclamado cardenal de Argentina el 21 de febrero del año 2001 por el papa Juan Pablo II. Ya era considerado un fuerte candidato a ser papa cuando fue seleccionado el papa Benedicto XVI en el año 2005.
Siendo cardenal de Argentina, se opuso tajantemente a la aprobación de la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, también se mostró abiertamente opuesto al aborto y a la eutanasia. La humildad que ha caracterizado al nuevo papa Francisco ha sido tal, que incluso renunció a vivir en la lujosa residencia que le correspondía por ser cardenal para quedarse a vivir en un pequeño apartamento, cocina su propia comida, y también renunció a la limosina con chofer correspondiente a su cargo y en cambio utilizaba el transporte público.
El primer papa del continente, primero de América Latina, primero de la orden de los jesuitas, y segundo papa elegido en el siglo XXI, es descendiente de italianos, y viene de una familia de cinco hijos. Su padre, Mario Bergoglio fue empleado ferroviario, su madre Regina era ama de casa.
Los latinoamericanos se sienten regocijados por la elección del nuevo papa. Posiblemente muchos entiendan que tener un latino al frente de la institución religiosa más influyente en occidente puede contribuir a que la realidad de nuestros pueblos llegue a ser verdaderamente conocida en el mundo, principalmente porque el papa Francisco, siendo cardenal de Argentina, llegó a calificar la desigualdad social y económica entre los seres humanos como una violación a los derechos humanos, sobre todo de los niños y ancianos.
Que Dios conceda larga vida al nuevo papa, que ilumine su mente y allane los caminos por donde le tocará andar de ahora en adelante. Amén.
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